“Un jardín bonito no tiene que ser necesariamente grande: tiene que ser la realización de vuestros deseos aun cuando sólo ocupa un par de metros cuadrados y se halla en un balcón”.
Con estas palabras se expresaba el Capitán Neil Mc Eacharn, al cual debemos la creación de estos jardines maravillosos en los cuales, con sumo genio artístico, en un marco de grande belleza entre lago y montes, se han colocado plantas en algunos casos únicas en Europa y aclimatadas después de un largo trabajo.
En el lejano 1931, el Capitán escocés decidió adquirir la propiedad de la Marquesa de Sant’Elia para transformarla en un espectacular jardín a la inglesa en un rincón de Italia que, a pesar de su tonos más ricos y suaves, se le parecía mucho a Escocia, su tierra natal. La obra tenía que conciliar dos exigencias fundamentales: estéticas y botánicas ya que las bellas vegetaciones tenían que encontrar condiciones de terreno y de clima, lo más posible, ideales. Las etapas de la creación de los nuevos jardines pasaron por diversas fases hasta la finalización de los trabajos en el año 1940.
Miles de plantas, importadas de todas partes del mundo, constituyen hoy unas colecciones rarísimas. Entre las obras más significativas recordamos: el “Pequeño valle”, realizado tras imponentes trabajos de excavación; la instalación de irrigación cuyo abastecimiento está garantizado por una bomba que recoge el agua directamente del lago en un grande tanque y la distribuye a todos los rincones de la propiedad; los “Jardines de terraza” con sus pequeñas cascadas, las balsas de las ninfeas y las flores de loto; el “Jardín de invierno” y el “Jardín palustre”; fontanas ornamentales y juegos de agua.
Tras haber finalizado la realización de "su" jardín, el Capitán le dio el nombre de "Villa Taranto", en memoria de un antecesor suyo, el Mariscal McDonald, elegido Duque de Taranto por Napoleón y, para que el significado de su obra gentil y poderosa se proyectara en el tiempo, con un ejemplo de distinguida generosidad, donó la propiedad al Estado italiano, expresando el deseo de que su labor tuviese continuidad en el porvenir.
Hoy en día, el patrimonio botánico de los Jardines de Villa Taranto es vastísimo: comprende aproximadamente 1.000 plantas no autóctonas y cerca de 20.000 variedades y especies de particular valencia botánica. La Villa no se puede visitar ya que es sede de la prefectura de la nueva provincia de Verbano - Cusio - Ossola.
A partir del año 1952 los Jardines se abrieron al público, de abril a octubre, y el número de visitadores ya supera las 150.000 unidades por año. De Australia, de las Américas y de Europa, de todas partes entonces, grupos numerosos de estudiosos y aficionados viajan a Villa Taranto, atraídos por la interesantísima colección botánica, por la perfecta organización y por la amable hospitalidad que se les brinda.
En la grandiosa obra de mantenimiento de los Jardines, al Capitán Neil Mc Eacharn, que murió el 18 de abril de 1964 y cuyos restos mortales reposan, junto a aquellos de la familia de su administrador D. Antonio Cappelletto, en una Capilla-Mausoleo construida adrede al interior del parque, sucedió el "Ente Giardini Botanici Villa Taranto - Cap. Neil Mc Eacharn” cuya precisa finalidad es conservar esta inigualable joya de botánica y de bellezas naturales para que Italia y los demás países del mundo puedan disfrutar con ella.
Visitando los Jardines cada uno de nosotros podrá encontrar íntimos escenarios y figuraciones fantásticas escondidas en las transparencias acuáticas o en las extensiones de flores misteriosas, sagradas para la mitología egipcia. Del romántico Pequeño Valle al campo de los Brezos, de los invernaderos con la “Victoria cruziana” a las avenidas de las Azaleas, Arces, Rododendros y Camelias, de los jardines de las Dalias, con más de 300 variedades, a los miles colores de las florescencias de otoño en el fondo de los jardines a la italiana o de la dorada cortina otoñal, VILLA TARANTO nos regala, cada día, inolvidables imágenes de su renovada belleza.